Manifiesto

Nosotros los firmantes, somos estudiantes de diseño gráfico que hemos sido lanzados a una generación que tiene toda la información al alcance de un clic mediante las nuevas tecnologías; y es gracias a esto que el concepto de lo que es o hace un diseñador se ha distorsionado, pues se piensa que el simple hecho de manejar herramientas, programas o aplicaciones regularmente utilizados en el ámbito del diseño, lo vuelven a quien los usa un diseñador.

Esto crea una infravaloración del trabajo y a la vez un mayor número de competencia entre diseñadores y pseudo-diseñadores que a pesar de no manejar calidad siguen ocupando campo de trabajo generando contaminantes visuales y en ocasiones ridiculizando nuestra profesión.

Además, hoy en día estamos enfocados a crear bajo una influencia, ya nada es nuevo gracias a la saturación constante de imágenes en la que vivimos, que en muchos casos se puede interpretar como plagio al retomar estas ideas de manera inconsciente, o aún sin saberlo.

El disgusto de nosotros como estudiantes es observar cómo estos pseudo-diseñadores nos van quitando oportunidades de trabajo aun sin tener la formación adecuada, a la vez que han cambiado el pensar general de nuestra profesión como: “diseñar es saber dibujar”, “diseñar es saber usar un programa”; esto desmoraliza a los estudiantes, pues hace creer que no tiene ningún sentido acudir a la escuela a formarse como un verdadero diseñador.

Para combatir esta situación debemos utilizar todas las herramientas que los estudios profesionales nos ofrecen, el objetivo de un diseñador gráfico es el de comunicar un mensaje de manera visual y efectiva que se logra teniendo bases teóricas, las cuales no te ofrece un curso rápido. Esta es nuestra arma más poderosa para reeducar a la población en general de lo que piensa que es el diseño.

Hoy firmamos este manifiesto con la esperanza de que nuestro trabajo y esfuerzo se reconozca como una verdadera profesión y no solo como un pasatiempo que cualquiera puede realizar.

Erin Marquez

Jimena Salvatierra

Viridiana Sanchez